Qué diferencia hay entre mantecados y polvorones

Los dulces de Navidad son los verdaderos protagonistas de nuestras comidas y cenas familiares en estas fechas tan especiales, especialmente los polvorones y los mantecados, que no faltan en ninguna mesa. El origen de los polvorones y mantecados se remonta al siglo XVI, concretamente a la zona de Estepa, donde era habitual usar manteca de cerdo en repostería por la abundancia de encinas que había en sus bosques, hábitat donde se criaba este animal.

En la actualidad, ambos dulces se disputan el título de dulce típico de Navidad y, aún así, muchas personas los siguen confundiendo. Si es tu caso, hoy te contamos en qué se diferencian los mantecados y los polvorones, tanto en sabor y textura como en ingredientes.

¿Cómo diferenciar un polvorón de un mantecado?

La definición de mantecado en la RAE es la de «bollo amasado con manteca de cerdo», mientras que la del polvorón es la de una «torta, comúnmente pequeña, de harina, manteca y azúcar, cocida en horno fuerte y que se deshace en polvo al comerla». Sin embargo, estas definiciones no dejan totalmente claro cuáles son las diferencias entre ambos tipos de dulces.
A simple vista, lo primero que hay que destacar es que la apariencia no es la misma, tanto por el tamaño como por la forma.

Mientras que los mantecados son redondos y un poco más pequeños, los polvorones tienen forma ovalada y un tamaño un poco más grande. Además, por lo general, los polvorones se envuelven en papel para evitar que se deshagan hasta que son consumidos, ya que son menos compactos que los mantecados. Pero además del aspecto, existen otras diferencias entre los mantecados y los polvorones relacionadas con su sabor, su textura y sus ingredientes.

Diferencias en sabor y textura

Las diferencias entre los ingredientes de los mantecados y los polvorones, lo que hace que su sabor y su textura sean completamente diferentes. Además, hay que mencionar que los polvorones contienen harina previamente horneada, lo que los hace muchos más densos al paladar. Indudablemente, su capacidad de “deshacerse” es lo que diferencia al polvorón del mantecado. El mantecado lleva clara de huevo, lo que aglutina el resto de ingredientes. Sin embargo, el polvorón no, por lo que es habitual que se deshaga con facilidad.

Por eso, muchas personas lo aplastan antes de abrirlo, para que se compacte y no se compa mientras se lo comen. El mantecado es más compacto, meloso y mantecoso, mientras que el polvorón se deshace en “polvo”· Además, hay muchas recetas de mantecados con sabores distintos, como coco, canela, cacao, limón o incluso pistacho. Mientras que el polvorón, generalmente, se elabora con los mismos ingredientes. Aunque, como ocurre con todo, siempre hay excepciones y es posible encontrar polvorones de chocolate.

Diferencias en ingredientes y procesos de fabricación

Otra de las principales diferencias entre los mantecados y los polvorones son los ingredientes con los que se elaboran. La masa de los polvorones lleva manteca, almendra, azúcar y harina de trigo. Lleva menos manteca y más harina que el mantecado, por lo que requiere menos tiempo de horneado. Además, hay que destacar que tanto la almendra como la harina se tuestan antes de hacer la masa, lo que le confiere su textura, color y sabor característicos. Como colofón, presenta una cobertura de color blanquecina porque se espolvorean con azúcar en la superficie.
Por su parte, los mantecados no llevan almendra y se recubren con semillas de sésamo. Como los polvorones, llevan harina, pero no se tuesta previamente, sino que se añade a la masa en crudo.

Polvorones y mantecados
Polvorones y Mantecados: Pasado, Presente y Futuro

Recomendaciones de maridajes con vinos para disfrutar con mantecados y polvorones

Por ser dulces característicamente secos, siempre es recomendable, tomarlos con algún tipo de bebida. Nosotros te recomendamos hacerlo con un vino joven de sabor afrutado que potencie el sabor ligeramente y le aporte jugosidad de manera armoniosa, dejando una sensación muy agradable en la boca. Pero lo cierto es que las opciones son muy variadas. Si este año te han regalado una cesta de Navidad con vinos, seguro que encuentras la botella ideal para el maridaje perfecto.

Mantecado de almendra con fino o manzanilla

El fino es el vino más seco del Marco de Jerez. Punzante en nariz, con aromas almendrados y de panadería, ligeramente amargo y con toques salinos en boca. Por su carácter salino, potencia el sabor de la comida, por lo que puede convertirse en el mejor acompañante para los mantecados de almendra. Ideal como aperitivo para abrir boca antes de la comida, ya que dará la sensación de estar tomando almendras fritas en la barra de un bar.

Polvorón con amontillado

El amontillado es el vino más representativo de Jerez, el más sutil, elegante y delicado. Un vino de gran complejidad y muy interesante que encaja muy bien con el polvorón tradicional. Pero además, si te encantan los sabores exóticos, puedes espolvorear un poco de curry sobre el polvorón. El amontillado potenciará ese picante y hará que el clavo del polvorón destaque entre el resto de sabores.

Rosco de vino con brandy de Jerez

El rosco de vino levanta tantos odios como pasiones. Si eres de los segundos y quieres disfrutarlo de una manera más intensa, te recomendamos que lo reserves para la sobremesa y lo acompañes de una generosa copa de brandy. El rosco de vino es capaz de domar un brandy envejecido, reforzando su carácter punzante y equilibrando sus sabores a frutos secos y vainilla, lo que comparte con el rosco de vino.

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